Un sistema de CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) es un conjunto de cámaras conectadas a monitores o dispositivos de grabación que permiten la vigilancia y monitoreo de áreas específicas.

Mejora la seguridad, disuade el crimen, facilita la monitorización remota, y proporciona evidencia visual en caso de incidentes.

Existen cámaras de interior y exterior, cámaras con visión nocturna, cámaras domo, cámaras PTZ (pan-tilt-zoom), y cámaras IP para monitoreo remoto, entre otras.

El número de cámaras depende del tamaño y diseño del lugar que se desea cubrir. Se realiza una evaluación para determinar la cantidad ideal de dispositivos.

Sí, los sistemas de CCTV modernos permiten la visualización remota a través de aplicaciones móviles, ofreciendo acceso desde cualquier lugar con conexión a internet.

La duración depende de la capacidad de almacenamiento y configuración del sistema. Puede variar desde unos días hasta varios meses, dependiendo del uso del espacio de almacenamiento.

La instalación debe ser realizada por profesionales para asegurar que las cámaras estén ubicadas correctamente y el sistema funcione de manera óptima.

Las cámaras analógicas transmiten señales a un dispositivo de grabación a través de cables coaxiales, mientras que las cámaras IP utilizan la red de internet para transmitir datos y permiten una mayor flexibilidad y calidad de imagen.

Los sistemas requieren inspecciones regulares, limpieza de las cámaras, actualización del software, y pruebas periódicas para asegurar que todo el equipo funcione correctamente.

Las normativas varían según la ubicación, pero generalmente están reguladas para respetar la privacidad y los derechos de las personas, además de cumplir con los estándares de seguridad establecidos en las leyes del país.